A lo largo del año el Barrio de Santa Eulalia celebraba un importante número de fiestas religiosas y paganas distribuidas en el calendario festivo. La parroquia de Santa Eulalia era el centro neurálgico del Barrio, de allí partían los acontecimientos a la Ermita – capilla de San José, y a todos los nichos instalados en las calles de Santa Eulalia.
Durante la Semana Santa, entre Jueves Santo y Viernes Santo, se celebraban los Oficios en la iglesia parroquial de Santa Eulalia. La Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado procesionaba por las calles de Murcia en la Semana Santa del siglo XVII hasta principios del XVIII en el que, un percance causado por la soldadesca interrumpía en el año 1710 la procesión de Resurrección. La Archicofradía volvería a salir a la calle a principios de siglo XX, con la incorporación de nuevas imágenes y elevado número de nazarenos.
En el mes de mayo se realizaban los cultos en honor a la Cruz y a San Felipe de Neri. Los devotos de la Santísima Cruz hacían culto y fiesta el día 3 de mayo. De igual forma la documentación histórica atestigua la celebración a San Felipe de Neri en mayo de 1710.
Con motivo de la festividad del Corpus salían en procesión hermandades y cofradías de la huerta de Murcia. De esta forma en la procesión del año 1881 vino en representación de Puente Tocinos la imagen de la Purísima, obra del escultor Francisco Sánchez. Toda la comitiva se encontró en el camino viejo de Orihuela, «bellamente adornado» para llegar al barrio de la Puerta de Orihuela, adornado con arcos y altares improvisados. Los vecinos del Barrio de Santa Eulalia y los huertanos llegados desde Puente Tocinos provocaron una situación de verdadero entusiasmo y júbilo ante la presencia de sus imágenes, formando procesión desde Santa Eulalia al centro de la ciudad.
Durante el verano, la calle de la Puerta de Orihuela se convertía en un lugar para el disfrute. Los vecinos organizaban cucaña, vaca, pólvora y música para el baile.
Las Siervas de Jesús celebraban en su capilla solemne función en el mes de junio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Tras la celebración de la misa, los religiosos y vecinos, salían en procesión por las calles más inmediatas a dicha capilla. Para la ocasión, la fachada de la capilla se engalanaba e iluminaba. La música no podía faltar, por ello los vecinos de la calle de Santa Quiteria costeaban una serenata para disfrutar de la buena música realizada por artistas murcianos.
De igual forma los vecinos de la calle Alta, perteneciente al Barrio de la Trinidad, rendían culto al milagroso San Antonio en el nicho que existía a la entrada de la calle. Para el año 1885 realizaron novena, iluminación del nicho con faroles a la veneciana, música y la imprescindible pólvora.
Algunos años se ponían hasta tres cucañas en la calle de San Antonio, Santa Eulalia y Puerta de Orihuela, para el disfrute de los vecinos del Barrio. Arcos de follaje, faroles, banderas e iluminaciones adornaban las calles de la Trinidad, calle Alta, Mortero, Puerta de Orihuela o San Antonio. La pólvora, cuerda con vaca y la música, estaba presente.
San Roque se festejaba en la calle San Antonio. En aquel histórico lugar, los devotos de la Calle le rendían culto en el nicho. De esta forma en octubre de 1885 actuaba la banda de música del señor Mirete ejecutando las mejores piezas de su repertorio, todo ello acompañado de fuegos artificiales. Los cultos religiosos a San Roque se complementaban con una misa en honor al santo en la iglesia de Santa Eulalia y con un baile amenizado por la banda de la Misericordia para el tercer día de fiesta.
En el mes del Rosario los vecinos de mencionada calle organizaban procesión por las calles del Barrio. A finales del siglo XIX fue edificada una ermita a la que los vecinos le rendían culto. Por aquel tiempo, los habitantes adornaban con colgaduras las calles e iluminaban sus casas. Tanto los parroquianos de la Calle del Mesón como los del barrio de la Trinidad engalanaban sus calles, disparaban cohetes y pedían limosnas para los más necesitados.
El 20 de noviembre de 1885 tuvo lugar un acontecimiento muy especial, la Santísima Virgen de los Dolores salía en procesión desde la capilla de San José, en el Barrio de Santa Eulalia, hasta la iglesia de San Juan. Cientos de familias se dieron cita entorno a las dos parroquias, hallándose las calles por donde pasó la imagen bellamente adornadas. La música fue a cargo de la banda del Señor Raya.
Cerrando el ciclo festivo anual, con motivo de la Purísima Concepción era organizada función religiosa en la iglesia de Santa Eulalia.
Texto y documentación:
Tomás García Martínez.
Locución:
Tomás García Martínez.
Fuente:
Diario de Murcia. 1 de febrero de 1889, p. 3.
Diario de Murcia. 1 de mayo de 1887, p. 3.
Diario de Murcia. 2 de febrero de 1894, p. 2.
Diario de Murcia. 2 de marzo de 1890, p. 3.
Diario de Murcia. 7 de agosto de 1907, p. 2.
Diario de Murcia. 8 de octubre de 1892, p. 3.
Diario de Murcia. 9 de julio de 1882, p. 2.
Diario de Murcia. 9 de octubre de 1883, p. 3.
Diario de Murcia. 17 de octubre de 1885, p. 3.
Diario de Murcia. 18 de junio de 1881, p. 2.
Diario de Murcia. 22 de noviembre de 1885, p. 3.
Diario de Murcia. 6 de agosto de 1885, p. 4.
Paz de Murcia. 10 de julio de 1882, p. 1.
Provincias de Levante. 10 de junio de 1899, p. 2.
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