Corría la madrugada del 24 de enero del año 2004, el alba casi saludaba el nuevo día mientras que, en el salón social y a ritmo de malagueña, los compañeros de la Ronda de los Llanos y Juanico con su flauta marcaban el ritmo de la fiesta antes de ir a la calle y comenzar a tocar hasta la noche del domingo 25. Las chicas de los Aguilanderos de Barranda punteaban el ritmo con sus dedos concentradas entre el bullicio de la fiesta cuadrillera. Recuerdo aquella noche en la que amanecimos con la guitarra en la mano acudiendo directos a la misa y posterior fiesta de las cuadrillas en la calle.
En el recuerdo queda también la otra fotografía en la que a ritmo de verdial, no lo olvidare, Banana con su guitarro, Cata con el pandero, Paco con el violín y el Abuelo de los Animeros de Caravaca haciendo palmas, dejaban atónitos a los del bocadillo. Eran más o menos las siete de la mañana y había que coger fuerza antes de salir a la fiesta.
Texto y fotografías: Tomás García Martínez.
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