En el año 1803 la Puerta de Santa Eulalia fue derribada “a beneficio público”. Las reformas urbanísticas llevaron a la destrucción final del histórico emplazamiento. Como manifestación de su memoria se mandó labrar una lápida. Con el paso del tiempo la placa se colocó en una casa de la plaza del Barrio demolida en el año 1952.
Lápida de mármol blanco con letras capitales incisas pintadas en negro para conmemorar la entrada de Jaime I “el Conquistador” (1208 – 1276) a la ciudad de Murcia en el siglo XIII.
Con una altura de 0,60 metros y 1,52 metros de largo, en nuestros días, la lápida permanece en la fachada del nuevo edificio de la plaza de Santa Eulalia.
Texto y documentación:
Tomás García Martínez.
Locución:
Tomás García Martínez.
Bibliografía:
JORGE ARAGONESES, M.: Museo de la muralla árabe de Murcia. Madrid: Dirección General de Bellas Artes, 1966
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