La Epidemia de Gripe de 1918 fue una pandemia de inusitada gravedad acontecida en España. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectaron básicamente a niños y ancianos, en este caso, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos en buen estado de salud, así como animales. A lo largo del año se celebraron acontecimientos festivos y culturales, siendo suprimidos en su mayoría a primeros de noviembre debido principalmente a la propagación de la epidemia en los partidos rurales de la huerta de Murcia.
Los vecinos de Santiago y Zaraiche celebraron sus fiestas y cultos religiosos durante la Navidad de 1918 dedicados a la Virgen de Atocha. Con la solemnidad acostumbrada se celebró el domingo 15 de diciembre de 1918 los cultos de su gloriosa patrona y titular la Virgen de Atocha por los vecinos de la Ermita de Puche. La primera celebración religiosa tuvo lugar a las siete de la mañana con la presencia de las Hijas y Siervas de María. A la celebración religiosa principal acudieron muchos devotos y asociaciones del partido rural de Zaraiche. Tras la celebración fueron nombrados los mayordomos elegidos para el año 1919, una tradición extendida en los partidos de la huerta murciana. Los actos fueron amenizados musicalmente por la banda de música de mencionada localidad, activa por aquel tiempo, disparándose como siempre pólvora en honor a la Virgen. La procesión complemento de los cultos organizada por los mayordomos y los vecinos no se pudo realizar “por estar los caminos intransitables”.
Fuente:
El Liberal. 14 de diciembre de 1918, p. 2.
El Liberal. 18 de diciembre de 1918, p. 2.
Texto:
Tomás García Martínez.
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