“Son dados por dos misas de gozo 26 reales”.
Fuente: Libro de cabildos de la cofradía de las venditas ánimas del lugar de Guadalupe (Murcia). 20 de diciembre de 1868, página 204 r.
Estamos llegando a uno de los momentos más importantes del mes de diciembre, representado con el final de las denominadas Misas de Gozo, la celebración de la tradicional Misa de Gallo y el inicio de la carrera de aguilando por calles, sendas, veredas y caminos. Nos encontramos inmersos en el Ciclo de Navidad o en el ciclo de invierno, las cuadrillas han realizado multitud de eventos culturales y religiosos, preparándose para la tradicional Misa de Gallo, la Festividad de los Santos Reyes, San Antón…etc.
La prensa regional nos ofrece un importante apartado en materia religiosa. Si centramos la búsqueda en la denominación “Misas de Gozo”, podemos ver como en la Murcia del XIX, la festividad se realizaba en casi todas las parroquias de la ciudad de Murcia, nueve días antes de la Nochebuena.
Lo del Día. Diario de Murcia. 27 de diciembre de 1898, página 2.
“La Pascua se desliza tranquilamente en esta ciudad. Las misas de gozo llenan los templos en que se celebran, y el ingenio popular recrea el oído con los villancicos que los cantores se sacan de la cabeza”.
De igual forma ocurría en la Huerta, en la que las cuadrillas de ánimas o los grupos de auroros, entonaban tradicionales cantos de aguilando.
Zeneta. Diario de Murcia. 17 de diciembre de 1896, página 2.
“El martes quince terminaron se en la parroquial de Zeneta las novenas que se celebran a la Purísima Concepción, las cuales se han hecho con las solemnidades que aquí, por ser corto el vecindario, no se acostumbra; porque el señor cura con su incansable celo, mueve a los católicos a que se reúnan en el espacioso templo a pedir a la Purísima Concepción que nos mande la deseosa lluvia y termine la sangrienta guerra de Cuba y Filipinas, que tantos estragos nos esta haciendo. También se ha dado principio las populares y alegres misas de gozo que se hacen con mucha alegría, con música de guitarras, panderas, violín, platillos y cánticos pastoriles. ¡Quiera Dios y su Santísima Madre a la que con tanta devoción efectúa tantas practicas religiosas este sencillo pueblo, sean pronto sus deseos cumplidos, y ya que sus seres queridos han ido con tanto entusiasmo a defender nuestra patria querida, que no sean estos víctimas de la necesidad de los elementos que por la pertinaz lluvia nos amenaza. P M.A”.
La sociedad murciana de la Restauración era muy religiosa, toda la familia al completo acudían a misa los domingos y comulgaban en Pascua de Resurrección. Durante el año el sector femenino agudizaba su visita a los templos participando en novenarios, quinarios, etc, formando parte siempre de alguna hermandad o cofradía. Martínez Tornel en su crónica[1] diaria comentaba: “Las iglesias son los sitios que en Murcia frecuenta todo el mundo, no hay más solemnidad que la de sus funciones, no hay más música que la religiosa. Más que católicos, más que cristianos, más que creyentes somos piadosos.”
Por aquel entonces los periódicos de provincia, con firmas de reconocido prestigio nacional, solían ser portavoces de sus elites identificándose con el punto de vista de la iglesia. Maria Teresa Pérez picazo comenta: “en definitiva, la religiosidad de la elite tenía como rasgo fundamental la distorsión entre creencias y vida, así como la importancia concedida a las practicas externas.”
Los preparativos a la Navidad culminaban en las vísperas de la celebración de las populares Misas de Gozo celebradas en las iglesias de la ciudad de Murcia y ermitas de la huerta. Estas celebraciones cristianas eran normalmente cantadas por cuadrillas de música popular, por coros infantiles u otros grupos formados para el momento tal y como ocurría en el año 1898[2] en el que el Diario de Murcia informaba al lector que los ensayos para cantar villancicos en la popular iglesia de San Antolin de la ciudad de Murcia estaban siendo preparados por el reconocido profesor de música Joaquín Alarcón Pérez: “Hemos sabido que van muy adelantados los ensayos de las misas de gozo que este año se han de celebrar en la Parroquia de San Antolin, a las seis de la mañana, bajo la dirección de nuestro amigo el profesor de música D. Joaquín Alarcón Pérez. Dichas misas serán cantadas por jóvenes señoritas de la Parroquia.”
A este tipo de celebración cristiana conmemorada vísperas del nacimiento del Niño Jesús, solían acudir centenares de fieles a pesar de celebrarse a primeras horas del día, durante las Misas de Gozo[3], se interpretaban villancicos, cantos de Navidad y el popular aguilando, pieza musical característica de la Navidad. El aguinaldo, o su vulgarismo, aguilando es una canción que se interpreta en tiempo de Navidad, a modo de villancico[4]. A la hora de ser interpretado el aguilando también tiene una función de dádiva, obsequio o regalo para las personas a quién va dirigido. El aguilando interpretado en la Huerta de Murcia tiene una composición estructurada repetitiva que consiste en una introducción musical, con los acordes Do, Sol, La m, Mi. A continuación, el aguilandero o cantaor de aguilando ejecuta una copla de cuatro versos con rima consonante entre los versos (a-c, b-d) o que riman el segundo con el cuarto verso (b-d), la copla es improvisada por el aguilandero. Prosiguiendo en el desarrollo del aguilando la cuadrilla contesta a la copla, repitiendo el último verso cantado por el aguilandero siguiendo con la entonación de la respuesta. La respuesta del aguilando consiste en repetición de tres versos fijos a lo largo de la ejecución del aguilando a modo de replica de la copla que es ejecutada por el resto de la cuadrilla. Las respuestas varían según el lugar y la cuadrilla, en cada sitio y grupo musical tienen una o varias respuestas que utilizan, ya sea para hacer coincidir con el momento preciso de la liturgia, pero lo general que en la respuesta se haga mención a la patrona o patrón del lugar (Santo Cristo del Valle, Virgen de la Fuensanta, Virgen de Guadalupe): “A las Misas de Gozo que se celebran en la Merced asiste todos los años una gran concurrencia de fieles. Las misas se celebran con toda solemnidad y en el coro cantan preciosas coplas de aguilando que verdaderamente da gozo oírlas.”
[1] Diario de Murcia. 5 de agosto de 1886.
[2] Misas de gozo. Diario de Murcia. 4 de diciembre de 1898, página 2.
[3] Diario de Murcia. 23 de diciembre de 1888, página 4
[4] LUJÁN ORTEGA, M.; GARCÍA MARTÍNEZ, T.: Los sonidos de la tradición. Patrimonio sonoro del municipio de Murcia. Ayuntamiento de Murcia, Murcia, 2011.
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