En la Región de Murcia perviven, desde su fundación hacía los siglos XVII-XVIII, grupos musicales encargados de ejecutar rituales a lo largo del calendario festivo anual. Estas agrupaciones, conocidas popularmente como Cuadrillas, se encargan de interpretar música tradicional de la tierra, perviviendo a través de los años con la interpretación de cantos y bailes como principal seña de identidad.
En la actualidad una cuadrilla esta formada por unos quince o veinte miembros aproximadamente los cuales han aprendido de manera oral este legado de sus mayores. Reiteran los mismos ritos y repiten los cantos y sones de antaño, afianzando su actividad con la celebración de misas, romerías, fiestas y encuentros de cuadrillas, durante las principales estaciones del calendario. Se localizan por zonas de la huerta de Murcia, valle del Guadalentín, campo de Cartagena, zonas marítimas y Noroeste murciano.
Las cuadrillas cuentan con un rico y variado repertorio de cantos e instrumentos musicales. Jotas, malagueñas y seguidillas en los mas variados estilos de pardica, parranda, manchega, gandula o pereta, señalan el ritmo a otros sones enmarcados en el baile agarrao, tales como el vals, la mazurca o el pasodoble. De la misma forma los instrumentos musicales son de relevado interés ya que los componentes de las cuadrillas de animeros y aguilanderos llevan instrumentos de cuerda procedentes de los siglos XVIII, XIX y XX. Guitarra de ánimas, guitarra mayor, guitarro tenor, requinto, laúd español, bandurria o violín forman el elenco de instrumentos cordófonos encargados de marcar el ritmo y llevar la melodía principal, ayudados de los imprescindibles instrumentos de percusión: postizas, platillos, pandereta, castañeta, triángulo o botella de anís.
Durante todo el año estas agrupaciones cantan, bailan, se divierten y disfrutan con su música en acontecimientos tan variados como los denominados encuentros de cuadrillas. En estos encuentros participan grupos de música tradicional llegados de varios puntos de nuestra geografía, con la intención de mostrar su folklore musical y sus bailes por jota, fandango o seguidilla, así como el canto de pascuas y aguilando en tiempo de Navidad.
En la pedanía caravaqueña de Barranda, allá por el año 1979, fue uno de los primeros lugares en los que se llevó a cabo la celebración de un encuentro musical repleto de estas agrupaciones festivas de la Región. Después se sumaron otras poblaciones como Aguaderas y Zarcilla de Ramos (Lorca), Patiño, Beniel, La Alberca, La Albatalía, Guadalupe, La Aljorra o Fuente Álamo. Desde hace unos años también este modelo de fiesta se ha desarrollado a lo largo del Levante Español.
Texto de Tomás García Martínez.
Documentalista.
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