Quédate con Dios, Facorro,
que me voy a Zaraiche…
¡Ya no jugaremos más
a las chapas ni al caliche!.
Cancionero popular murciano, 1921.
Esta Navidad volverán a sonar los tradicionales cantos de aguilando en la pedanía murciana de Santiago y Zaraiche gracias a su Cuadrilla y a las respectivas Peñas Huertanas del lugar. En este histórico enclave de la huerta de Murcia, antiguo partido de San Miguel, cursado por las acequias Zaraiche, Casteliche y los azarbes del Cantino y del Chopo, se localiza una pequeña ermita, recientemente restaurada llamada ermita de Puche.
El templo está consagrado a la advocación de la Virgen de Atocha, sumando además en su calendario festivo las conmemoraciones dedicadas al Corazón de Jesús, a la Virgen del Carmen, a la Virgen del Rosario y a la Purísima Concepción. Dentro de los rituales llevados a cabo en el ciclo de Navidad destacaba el canto de aguilando a cargo de la Cuadrilla junto a los mayordomos de las fiestas, otro de los momentos álgidos era la celebración del Auto Sacramental de los Reyes Magos, obra de teatro popular celebrada durante siglos en la huerta de Murcia.
A principios de siglo XX, la prensa regional recogía las festividades que en los alrededores de la Ermita se realizaban. Un hecho de gran solemnidad era el nombramiento de los nuevos mayordomos que se iban a encargar de organizar y preparar las fiestas como muestra la mayor parte del grueso documental localizado entre los diarios La Paz, Diario de Murcia, La Verdad, El Tiempo y El Liberal. Otro bloque de noticias hacían referencia al acontecimiento enmarcado dentro de la festividad de la Purísima Concepción, muy popular en la huerta de Murcia, donde los hermanos de la aurora de Zaraiche cantaban salves durante las novenas tal y como nos indica El Liberal en su edición del 13 de diciembre de 1911: “Los cultos celebrados en honor de la Purísima Concepción, en dicha iglesia, por las Hijas de María, en unión de todos los fieles, han resultado como era de esperar, solemnísimos. Todas las noches se ha visto repleta de fieles deseosos de oír a su capellán, recitándose la novena y terminando con la Salve cantada por los auroros”.
La Epidemia de Gripe de 1918 fue una pandemia de inusitada gravedad acontecida en España. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectaron básicamente a niños y ancianos, en este caso, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos en buen estado de salud, así como animales. A lo largo del año se celebraron acontecimientos festivos y culturales, siendo suprimidos en su mayoría a primeros de noviembre debido principalmente a la propagación de la epidemia en los partidos rurales de la huerta de Murcia.
Los vecinos de Santiago y Zaraiche celebraron sus fiestas y cultos religiosos durante la Navidad de 1918 dedicados a la Virgen de Atocha. Con la solemnidad acostumbrada se celebró el domingo 15 de diciembre de 1918 los cultos de su gloriosa patrona y titular la Virgen de Atocha por los vecinos de la Ermita de Puche. La primera celebración religiosa tuvo lugar a las siete de la mañana con la presencia de las Hijas y Siervas de María. A la celebración religiosa principal acudieron muchos devotos y asociaciones del partido rural de Zaraiche. Tras la celebración fueron nombrados los mayordomos elegidos para el año 1919, una tradición extendida en los partidos de la huerta murciana. Los actos fueron amenizados musicalmente por la banda de música de mencionada localidad, activa por aquel tiempo, disparándose como siempre pólvora en honor a la Virgen. La procesión complemento de los cultos organizada por los mayordomos y los vecinos no se pudo realizar “por estar los caminos intransitables”.
Para este año 2022, las fiestas de la Inmaculada vuelven en todo su esplendor. Música tradicional, auroros, cuadrillas, celebraciones religiosas y acontecimientos sociales se darán cita en Zaraiche.
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