En toda la huerta de Murcia, la presencia de las campanas de auroros era una realidad. En la población de Santiago y Zaraiche se constituía hermandad para celebrar sus novenas y cantos a la Virgen. Presidente, hermano primero antiguo, segundo, secretario, tesorero o mochilero, hermano despertador, y los vocales, formaban la estructura de esta vieja hermandad desaparecida ya.
“Con gran majestuosidad este año en dicha iglesia de Nuestra Señora de Atocha, el solemnísimo novenario que las Hijas y Siervas de María en unión de los fieles del partido consagran á su excelsa madre en el misterio de su Concepción Inmaculada. Todas las noches se recita la novena con sermón por el capellán, terminándose con salve cantada por los auroros, que en la noche del 29 de Noviembre quedó constituida la hermandad por los señores que á continuación se expresan:
Presidente, D. Antonio Sánchez Hernández.
Primer antiguo, D. Juan García Muñoz.
Segundo antiguo, D. Mariano Buendía Valverde.
Secretario, D. José Robles Zamorano.
Tesorero, D. Bartolomé Alegría Noguera.
Despertador, D. José Guillén Esteban.
Vocales, D. Fulgencio Martínez Franco, D. Juan López Cerezo, don Jerónimo Sánchez Pérez, D. Francisco Buendía Valverde, D. Miguel Gil Hernández, D. Miguel Jover Mateos, D. José García Ferrer, D. Antonio Rosagro Rios, D. Antonio Sánchez Fuentes, D. Juan Pedro Cuevas y D. Pedro Llamas Alegría, reinando entre dichos señores la más completa alegría por que esta hermandad son una de las más numerosas”.
Fuente: En la ermita de Puche. El Liberal. 6 de diciembre de 1911, página 2.
Deja una respuesta